Es que lo intento de verdad. Y voy brincando de un ladito a otro, dando clicks aquí y allá sólo por que sí. Cuidándome de no ver en esa esquina oscura. Y a pesar de mis esfuerzos, me la encuentro. Por todos lados. Con muchas máscaras y abrigos, pero yo la reconozco. Y ella a mi.
Supongo que al final de cuentas somos viejas amigas. Y a los amigos no se les da la espalda. Al contrario, se les toma de la mano y se camina junto a ellos sin preguntar, aunque sepamos que el destino final no sea bueno.

Yo no quiero ser buzón amarillo olvidado, ni bailarina exótica con pudor, ni payasito triste, ni piloto con vértigo, como me han descrito mientras leo con los ojos muy abiertos en la bitócora de pistas de un exquisito ( y ya entrañable) detective. Pero lo soy. Soy todo lo anterior y más. Y si

And the things we have seen and have known and have heard of, fail us.