viernes, junio 30, 2006

( 1a Parte)

Amo los paréntesis. Me agradan tanto como el chocolate amargo o un buen helado de vainilla silvestre. Los paréntesis son la pausa del mundo. La fuente de tranquilidad de todas las galaxias. Dentro de ellos se deshace un universo por segundo. O se crean miles por cada espacio dado. Dentro de los paréntesis nos damos la oportunidad de ser valientes. De decir lo que no podemos decir a quemarropa y sin excusas. Bajo la calma de su ondulación todos alguna vez nos hemos dado la oportunidad de sacar el corazón o el cerebro de a deveras y exponerlo en esa breve oportunidad, que a pesar de no tener una distancia justa o un tiempo establecido siempre se sabe que es solo un respiro, un paro cardiaco por segundos. Una sola oportunidad, corta y única como lo son las verdaderas.

Me gustan los paréntesis por que a veces es necesario tener la posibilidad de ser invisibles al menos en parte. Uno se puede aclarar, añadir, explicar, contradecir o empezar a ser, a creerse desde un parentésis. Los paréntesis son valentía disfrazada de no-quiero. Por que al final de cuentas muestran lo que se desea decir, lo que necesita expresarse. No se deja nada entre líneas. Nada a la espesura de entender entre letras.

Por eso me gustan estos signos, por eso y por la idea de que crean mundos dentro otros y esta existencia es recíproca. Un parentésis no puede existir sin un texto anterior, sin un mundo que ordenar, que embellecer o que aclarar. Una línea que necesita una paréntesis y no lo tenga siempre estará incompleta.
Por eso me gustan los parentesis, por que me han complementado la vida siempre. Por qué son un secreto dicho a media tinta, y los secretos tanto cómo las verdades (esas que son tan ellas, tan enteras que tiene que decirse con el aliento cortado) son dos de las contadas cosas que condimentan la existencia.

miércoles, junio 28, 2006

Me duele la cabeza. No aguanto la cabeza. Me punza la cabeza. No quiero mi cabeza.
Me rompo la cabeza. Me quito la cabeza. Me amarro la cabeza. Disparo a mi cabeza.

viernes, junio 23, 2006

...

Ahora escribo pájaros.
No los veo venir, no los elijo,
de golpe están ahí, son esto,
una bandada de palabras
posándose
una
a
una
en los alambres de la página,
chirriando, picoteando, lluvia de alas
y yo sin pan que darles, solamente
dejándolos venir. Tal vez
sea eso un árbol
o tal vez
el amor.


J. Cortazar

miércoles, junio 14, 2006

Por Borges que conversaba con los ángeles en las calles de Argentina.


Quién me dirá como eras y quién fuiste.

Hoy es mañana y es ayer.

El infinito mapa de Aquel que es todas sus estrellas.

Por la mañana que nos depara la ilusión de un principio.

Otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

Solo una cosa no hay. Es el olvido.

Entre el alba y la noche está la historia universal.

¿Qué morirá conmigo cuando yo muera?

Jorge Luis Borges... a veinte años.

Extraño mis ojos.

Llevo cinco días sin verme en el espejo. No sé que pasa.
Me paro frente a el. Pongo mucha atención. Me acerco hasta empañarlo.
Busco en los ricones, en toda su luna.Y simplemente no me encuentro.
No aparezco ahí. No estoy.
Tengo miedo de olvidarme de mi rostro.

jueves, junio 08, 2006

Re-descubriendo a Borges.

Voy poco a poco entendiendo por que al nombrar su nombre
llega una ráfaga de admiración a los ojos de quien sabe y lo
pronuncia.

Este poema es él que me hizo regresar a leer a Borges:

Líneas que pude haber escrito y perdido hacia 1922

Silenciosas batallas del ocaso
en arrabales últimos,
siempre antiguas derrotas de una guerra del cielo,
albas ruinosas que nos llegan
desde el fondo desierto del espacio
como desde el fondo del tiempo,
negros jardines de la lluvia, una esfinge de un libro
que yo tenía miedo de abrir
y cuya imagen vuelve en los sueños
la corrupción y el eco que seremos,
la luna sobre el mármol,
árboles que se elevan y perduran
como divinidades tranquilas,
la mutua noche y la esperada tarde,
Walt Whitman, cuyo nombre es el universo,
la espada valerosa de un rey
en el silencioso lecho de un río,
los sajones, lo árabes y los godos
que, sin saberlo, me engendraron,
¿soy yo esas cosas y las otras
o son llaves secretas y arduas álgebras
de lo que no sabremos nunca?

J.L.B

jueves, junio 01, 2006

Lover's spit

De mis canciones favoritas últimamente..


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