sábado, marzo 03, 2012

Paisajes

A veces al cerrar los ojos puedo ver dentro de mi toda la primavera.
En otros momentos logro observar un lago verdísimo con lirios pequeños y blancos flotando como sueños.
Mi interior es un eterno paisaje que cambia constantemente.
Es un cielo lleno de nubes y día soleado según el momento en que me asome.
Le ocurren noches y atardeceres y noches otra vez en un corto tiempo. Y hay veces que no amanece en mi durante meses.
En 24 horas mi interior puede convertirse en laguna, selva o bosque de árboles torcidos. Si cierro los ojos justo ahora mientras escribo, encuentro una oscurísima noche estrellada en donde mis púpilas se dilatan y contraen según los destellos de las estrellas más viejas.
Y tal vez cuando termine de decir esto, nacerá dentro de mi un mar en calma con el cielo lleno de nubes que amenazarán tormenta allá a lo lejos.

1 comentario:

chica de las preguntas dijo...

Cuentas con ventaja sobre el hombre del tiempo... si insistes, puede que incluso consigas combatir la lluvia. Es cuestión de luchar... a veces corazón atormentado es capaz de ver el sol (aunque suele ser siempre después).