miércoles, julio 12, 2006

Te extraño. Eras un buen amigo. Y con nadie me quitaba la máscara más que contigo,
aunque fuera al otro lado del télefono. Te extraño y entiendo que las cosas llevan un cauce mucho más complejo ( o más sencillo, quién sabe) del que yo pueda alguna vez lograr comprender. Pero eso no quita las noches en vela, con los ojos abiertos hacia el techo pensandote ni imaginandote, los días nublados en donde tus fantasmas prefieren venir conmigo y acompañarme al trabajo, las lágrimas que nacen de esta sonrisa y el odio que he concebido hacia el telefono y su estúpido ring ring, su estúpido ring rang.

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