sábado, mayo 13, 2006

Follow the white rabbit

Tengo insomnio. Me pesa que hoy sea otra noche-madrugada infinita.
Que no tenga final ni inicio. Si no un constante loop de idas y venidas de y al mismo sitio.
No tengo más que hacer que estar escribiendo esto mientras pienso que seria divino poder dormir al menos un rato. Al menos un poco.
Intentaré leer o tomarme un té o encontrarle el significado a la vida o tal vez me pondré a pensar en nuevas verdades universales o a descifrar misterios que siempre han existido.
He prendido esta computadora tres veces en el transcurso de dos horas. Sé que no me va a ofrecer más de lo que hay pero lo hago.
Mi colchón se hizo pequeño de repente y tuve que pararme. Lo mismo pasará con la computadora en un rato y con la tele y con los libros. ¿Que pastilla me tomé sin darme cuenta?¿En que momento me fuí tras el conejo?.
El problema es que yo no soy Alicia. Y me es difícil creer que este sea el país de las maravillas.

2 comentarios:

El Aviador Capotado dijo...

Astilla, gracias por tu pedacito de cielo, nadie me regaló ¡¡ JAMÁS !! algo tan valioso.
Aunque estés triste y deprimida, NUNCA DEJES DE ESCRIBIR, ahí está tu vocación. Escribes claro, hermoso, conciso y mueves el interior de los que te leemos.
¡¡ Adelante !! Imprímele potencia a los motores y suerte en el despegue.

Astilla dijo...

Aviador:
Este cielo es tuyo y puedes venir a volar, a caerte o despegar las veces que quieras. Me alegra que te gustara.
No es tanto depresión es como una onda de melacolía, pero pasará. Si algo sé de todo esto es eso: Que siempre pasa.
Gracias por tus palabras (de nuevo).Y por seguir volando hasta aquí.