sábado, mayo 27, 2006

*

mi vecino y yo nos tomamos un café. Me platicó de su vida, de la simplicidad de ciertas cosas, de lo difícil que es el momento en que uno se da cuenta que ya es viejo ("mientras uno ignora que es viejo no se siente así, pero una vez que uno ya se da cuenta, le caen encima todos los años que habian pasado sin ver y ya no hay vuelta atrás. No habrá un solo día de aquí en adelante por más que se deseé en el que te levantes y te sientas más joven"), no podría haber imaginado ni la mitad de lo que su vida es en realidad. Ni podria imaginar tampoco que un barquito de papel iba a llevarme hasta aquí.

No hay comentarios.: