domingo, agosto 06, 2006
expresso
Un sorbo de buen café por la mañana. En ayunas. Me hace olvidar las lágrimas que hubieron hace unas horas, los pensamientos que me atacaron con dagas de preguntas y hasta esta congelada soledad que vivo hoy que hoy siento. Me hace hasta sonreir y decidirme a quitar las hojas del calendario y sonreir de nuevo.
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